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En resumidas cuentas rechazo enfáticamente que los autores del "tsunami azul" enmienden la constitución de todos los puertorriqueños. A continuación les presento varios eventos que han formado mi opinión al respecto:
1: Los acontecimientos en la UPR (2011)
Un alza general a la matrícula del sistema universitario público fue el detonante de la huelga universitaria que quebrantó el acuerdo silencioso de no confrontación entre la Policía de Puerto Rico y la comunidad universitaria basada en Río Piedras. La historia muestra que las calles de Santa Rita son líneas de batallas ideológicas y políticas que han resultado en sangre. En el 2011 la intransigencia y la austeridad se mezclaron con una clara disposición a utilizar la fuerza del estado con el fin de asegurar que su mandamus se cumpliese. El resultado fue de múltiples arrestos a manifestantes, cancelación de cursos, reducción de estudiantes y al final la cuota se mantuvo. La graduación fue una simbólica.
2: El Capitolio (2010)
Tras la medicina amarga que dejó miles de empleados públicos sin trabajo, las propuestas de reducción de presupuesto a la educación entre otros factores tenían al Gobierno bajo constantes protestas de diversos grupos. Muchos de estos llevaron sus reclamos a la casa de las leyes en la falda del Viejo San Juan. Y algunos fueron encontrados con la misma violencia que en la universidad. El Capitolio de Puerto Rico fue escenario de censura por parte del presidente senatorial, Thomás Rivera Schatz, cuando la prensa quería incurrir su opinión tras el arresto del ahora convicto ex-senador, Héctor Martínez. Sumado a la violencia y la censura la mayoría en control de ambas cámaras del poder legislativo han tomado decisiones en bloque a a favor de medidas cuestionables.
A este grupo no se le puede dar más poder