Las estrellas aludían la desaparición de su búsqueda. Su dirección había pernoctado, vagabundeando por los pasillos de su mente dejándolo perdido en la oscuridad de la noche.
El camino hasta la loma, donde las parejas se hacían uno, estaba consumado por varios encuentros con varias personas. Los destaques, los apretones, los besos y las caricias agregaban una pieza, una loza a ese camino que, tras tanto caminar, se veía difuso.
Se escuchaban los autos a la distancia de la cima de amor. Las luces semejaban las estrellas con el leve contraste de cielo e infierno. Mientras lo cercano, lo conocido, daba asco, lo lejano y desconocido levantaba amistosa curiosidad. En los pastizales resegados por la suave brisa, los polos iluminados distanciados de la loma implícitamente le recordaban que estaba lejos de la realidad y de sus aspiraciones.
Con la mirada clavada al horizonte muerto, su mente no cesaba de escanear la vida, buscando un puente hacia las estrellas. Después de todo fue esa la motivacion para subir la loma y construir un camino para que otros le siguiesen sus pasos.
El puente se podía vislumbrar pero conectaba al destino que el inmueble había sufrido en su historia. Sus cuerdas yacían quemadas. Los caminos partían en el medio dejando una extensión a la nada. La brisa se hacia mas fuerte y el frió de la húmeda madrugada llenaba el manto oscuro de la noche.
La jornada hasta el momento era inservible. No tenia sentido llegar a un puente destruido. El sacrificio hecho para empatar su vida con las estrellas en la loma donde dos se hacían uno fue inútil. En la oscuridad de la noche, los autos abajo y las estrellas arriba, las personas en el medio quedaban solas.
De repente, mientras observaba descontento el baile del puente ante la bruma su mano fue tendida por otra mas suave. La luna, llena de luz y misterio alumbraba el plano de la loma. Al verse los pies sucios sintió vergüenza pero la opaco el orgullo ya que ese fango simbolizaba las travesias recorridas para llegar a ese punto, donde el puente a las estrellas partía desde la loma donde dos almas se hacen una.
Sus ojos reflejaban la luz lunar. El gris platino que emana nuestro principal complice en la galaxia aclaraba la escena y sus labios jamas se habían visto tan bellos.
Aunque el puente estaba lejos y destruido, la unión mas importante estaba en sus manos como su legado en los pies.